DESHIDRATACIÓN: Durante una intensa actividad física, especialmente en días calurosos y/o húmedos, el cuerpo pierde grandes cantidades de agua y una cierta dosis de sal a través de la transpiración. El resultado puede ser una enfermedad debida al calor si estos elementos no son reemplazados en un plazo de 24 horas.
En unas pocas horas de dicho ejercicio vigoroso con las características climáticas arriba mencionadas, la pérdida de agua o la deshidratación puede alcanzar proporciones que impidan la disipación del calor y comprometan severamente la función cardiovascular y la capacidad de trabajo. Varias horas de actividad intensa puede causar la fatiga en las glándulas sudoríparas, lo que finalmente conduce a una incapacidad para regular la temperatura interna. Al progresar la deshidratación y disminuirse el volumen plasmático, se reduce la sudoración y la termorregulación se vuelve cada vez más difícil. Una deshidratación equivalente al 5% del peso corporal de un deportista aumenta de manera significativa la temperatura rectal y la frecuencia cardíaca, y disminuye el ritmo de sudoración tanto en hombres o mujeres que hacen ejercicio en un ambiente cómodo o caluroso comparado con el que tienen en un estado normal de hidratación. La frecuencia cardíaca elevada en el estado deshidratado se atribuye a un menor volumen sanguíneo central que conduce a una menor presión de llenado ventricular y volumen sistólico. Una temperatura interna elevada se relaciona con una reducción tanto de la sudoración como del riego sanguíneo de la piel.
En los deportes donde predomina la resistencia aeróbica de larga duración la pérdida de líquido puede llegar a representar el 10% del peso corporal de un atleta.
El objetivo principal de la reposición de líquidos es mantener el volumen plasmático para que la circulación y la sudoración puedan progresar a niveles óptimos. La prevención de la deshidratación y sus consecuencias sólo pueden lograrse con un régimen adecuado de reposición de agua que se sigue rigurosamente.
Dado que el mecanismo de la sed es generalmente una guía imprecisa de la necesidad de agua los entrenadores deberían animar a los atletas a que se rehidraten.
Un atleta bien hidratado siempre funciona a un nivel superior que uno que hace ejercicio en un estado deshidratado.
CONSECUENCIAS DE LA DESHIDRATACIÓN: Si los signos normales de “stress” térmico (sed, fatiga, atontamiento, y disturbios visuales) no son advertidos, pueden resultar en una serie de complicaciones denominada enfermedad térmica. Las formas principales por las que se manifiesta dicha enfermedad en orden de menor a mayor severidad son:
- Calambres por calor
- Agotamiento por calor
- Golpe de calor
Cuando ocurre una enfermedad de este tipo, hay que actuar inmediatamente para aliviar el “stress” térmico y rehidratar a la persona hasta que llegue ayuda médica.
NECESIDADES DE HIDRATACIÓN: Como ya hemos mencionado conocemos, el agua, que representa el 70% del organismo, acompañada de sales disueltas con cargas eléctricas, es un elemento fundamental para la vida, hasta tal punto que el hombre no podría sobrevivir sin toma de agua y sales más de una semana.
Por tanto, la prevención es la solución más importante, teniendo en cuenta la duración de las actividades físicas y la temperatura y humedad del entorno, como principales factores de riesgo, teniendo presente las celebraciones en recintos cerrados y cubiertos, a la hora de determinar la características de la ingesta.
Las ingestas podrán realizarse antes, durante y después de la competición, siendo las segunda en las que nos centramos en la revisión bibliográfica realizada, pretendiendo conocer su importancia y aplicación, la composición, frecuencia, temperatura, entre otras características.
Hoy en día existen en el mercado una gran variedad de bebidas deportivas que sostienen que evitan la deshidratación durante el ejercicio prolongado, El propósito de dichas bebidas es ayudar a rehidratar el cuerpo rápidamente y mejorar el rendimiento físico, a través de un correcto balance de una mezcla de agua, azúcar (carbohidratos) y sales minerales (electrolitos).
Sin embargo, realizar una bebida isotónica casera es muy simple, por lo que no necesitamos pagar una bebida isotónica comercial si no queremos gastar dinero en ello. Podríamos aplicar la siguiente fórmula:
1 litro de Agua
4 Cucharadas soperas de Azúcar (Es preferible Glucosa, ya se absorbe más rápidamente por el organismo
1/2 Cucharadita de sal
1 Jugo Exprimido de Limón o Pomelo